BUZONES MASIÁN ORTEGA

Buzones Masián Ortega a día de hoy puede decir que es una empresa especializada en buzones, hasta unos límites a veces exagerados incluso, en desarrollo, fabricación, distribución e instalación de buzones para comunidades de propietarios, porque sí ahora mismo Usted está aquí es porque necesita o está muy interesado en buzones con forma de buzón y para recibir cartas que ya existen y los ha visto en el mercado o en su día a día, pero ese concepto a día de hoy en buzones con forma de buzón lo hemos transformado a la máxima calidad.

Cuando una persona nos elige y nos ofrece su tiempo, pensamos que sólo nos queda dar lo mejor de nosotros es la única forma de sentirse querido por nuestros clientes. Nos caracterizamos por ser exigentes pero sobre todo constantes sin olvidar quienes somos y de donde venimos.

Siendo un niño con unos 10 años, de camino a visitar a mis abuelos paternos los fines de semana, veía una tienda que se dedicaba a vender buzones, me llamaba la atención su escaparate y siempre me hacía la misma pregunta: ¿cómo puede existir una tienda que venda buzones? Esa misma pregunta me la hacen hoy las personas que me preguntan a qué me dedico.

Una vez terminados mis estudios y pasando por diferentes trabajos incluso estudiando y trabajando los veranos para poderme pagar mis caprichos como peón de albañil, me salió una ocasión de trabajo para empezar a trabajar de mozo de almacén en una empresa de buzones, donde fue inevitable volver a recordar aquel escaparate en las visitas a casa de mis abuelos.

Comencé comprobando la mercancía que llegaba de fábrica revisando y preparando los pedidos así estuve durante año y medio aproximadamente, como el trabajo lo hacía fluido y rápido le cogí pronto el hilo y en lugar de escaquearme con 20 años para no trabajar más, la pregunta a mi encargada siempre era la misma, “ya he terminado ¿ahora que hago?”, me enseñaron a realizar labores administrativas y a tramitar los pedidos que traían los comerciales a diario, me encantaba escucharles y saber de primera mano las vivencias con los clientes. Poco después empecé a combinar las labores de mozo con las de oficina, "poniendo siempre la oreja" a la persona que atendía mientras enseñaba los buzones en la exposición, poco después empecé a atender a los clientes que nos visitaban y empezaron a salir algunos pedidos.

Más tarde el trabajo empezó a crecer y metieron un nuevo mozo de almacén al que tuve que enseñar y ya me instalé en la oficina en administración y atención al cliente, a los meses un puesto de comercial, en un mes de Marzo, se quedó vacante y pensé: "esta es la mía, ahora o nunca, vamos coge y suéltaselo a tú jefe" y le propuse que contase conmigo y que no hacía falta que buscase a nadie para ocupar ese puesto, y así fue, carpeta en mano con mis catálogos y mi Renault5 salí a la calle, me marcaron unos objetivos como al resto de comerciales, con mis limitaciones al ser el nuevo, y quedé, a final de año, el Segundo que más facturó y que más unidades de buzones pidio a fábrica, todo esto con casi tres meses menos que el resto, ya que empecé en Marzo de ese año.

En los próximos objetivos a mi jefe no le tembló el pulso a la hora de marcarlos y duplique la facturación de la empresa, y al siguiente año facture lo que dos zonas de Madrid juntas atendidas por otros dos comerciales, pero yo quería ir a más y en paralelo era inevitable el pensar en poner un negocio por mi cuenta que posiblemente con mi Constancia y Dedicación igual mal no me saldría, que si perdía perdería mis ahorros, tenía 24 años y muy mal no me podría ir.

Decidí lanzarme al mercado, salir por la puerta grande en la empresa que me dio y me enseñó los valores que hoy soy, y decidí en 2008 montar mi propio negocio, opté por no tener enfrentamiento con mis antiguos compañeros y salí a vender buzones y otros productos a la Provincia de Toledo, haciendo mis clientes y con un hueso muy duro que era el comienzo de una crisis terrible, había días que pensaba ¿pero qué has hecho, te habrás equivocado? ¿y si ahora comienzan los impagos?… Pero no había tiempo de parpadear con los pies en el suelo, y con un esfuerzo incansable continué este camino.

Me fui a vivir un año al pueblo con mi abuela materna, con la que no me faltó vivir a cuerpo de rey como buen nieto, su pregunta siempre era la misma ¿hijo has vendido algo hoy?. Comencé trabajando, (que aún cuando ahora lo veo es imposible no echar la vista atrás) en una mesa y una silla de camping, estaba solo frente al mundo, no tenía ni ordenador, estás labores me las hacía mi gestoría, después de un año volví con mi familia a Madrid, dado que la construcción cayó empicada y decidí abrir mercado en las comunidades y Administradores de Fincas, en un despacho improvisado en casa en la misma habitación donde dormía, algo más preparado que el del pueblo, pues al menos pude comprarme un ordenador y ya no tenía el kit de camping. A los meses tuve el privilegio de poder contratar a mi hermano con 17 años, gracias a él, pude delegarle tareas, y así yo podía salir a atender a más clientes… ¡trabajando más de 14 horas diarias!, a día de hoy no trabajo menos, pero quería hacerme un hueco y quería ser un referente en esto de los buzones.

Comencé a rodearme de buenos clientes, a día de hoy les seguimos atendiendo y ellos también son Buzones Masián Ortega, buenos proveedores, que mucho más que buscar buenos precios, quería personas que pudieran darme esa confianza, personas que apostasen por mí, empecé a incorporar buenos y nuevos trabajadores que apostaron por mí y yo por ellos. A día de hoy cuento con cuatro personas, entre instaladores propios, administración y atención al cliente. Con trabajadores a mi cargo, monte una oficina y exposición de buzones en El Barrio de Carabanchel, durante aproximadamente un par de años pero la oficina y almacén se empezó a quedar pequeño y Después encontré una ocasión de una nave, y decidimos trasladarnos al Polígono de Villaverde y unificar taller, oficinas y exposición, para seguir dando un mejor y más ágil servicio a nuestros clientes e invirtiendo los beneficios en hacer que el negocio fuera cada vez más solvente, y es donde a día de hoy estaremos encantados de recibirte.

Espero no haberte aburrido, que te haya gustado, pero comentarte una última cosa, no somos mejores ni peores que nuestra competencia, nuestro objetivo no es superar a nadie si no superarnos a nosotros mismos, lo que si te puedo garantizar es que acabas de encontrar un equipo profesional, pero sobre todo, humano, que basa su trabajo en esfuerzo y honradez.

Alberto Masian Ortega
Director BMO